Madame bovary Considerada
una de las mejores novelas de todos los tiempos, narra la oscura tragedia de
Emma Bovary, mujer infelizmente casada, cuyos sueños choca cruelmente con la
realidad. Al hechizo que ejerce la figura de la protagonista hay que añadir la
sabia combinación argumental de rebeldía, violencia, melodrama y sexo, los
cuatro grandes ríos.
El autor también aprovecha
el papel de su protagonista para evidenciar las desigualdades entre hombre y
mujeres, ya que en aquella época la situación era machista y se trataba a la
mujer de manera sexista, pues se la consideraba que estaba destinada a las
tareas del hogar y a serle fiel a su marido. No se tenían en cuenta los
sentimientos de las mujeres lo que en algunos casos las llevaba a tomar decisiones
en contra de su voluntad, lo que les provocaba más tarde la infelicidad y en necesitar
desahogarse de alguna manera. Esta es la
razón por la que Emma comete adulterio,
asqueada de la vida que han obligado a vivir, no a la fuerza, pero si con la
mentalidad con la que se educaban a las mujeres. Su doble se basa en constantes
mentiras, en el miedo de ser descubierta; no se puede interpretar su adulterio
como la búsqueda de libertad o
felicidad, porque no se consigue ni lo uno ni lo otro, acaba más frustrada, mas
rendidas a aquello que le da el aliento.
En el desenlace lo acaba pagando caro, con esa escena larga y detallada de su
sufrimiento.
Se plantea que no se debe
vivir de fantasías, especialmente las románticas, pues esto lleva a la crítica
social que hace Flaubert frente a los hechos que crea Madame Bovary,
especialmente mostrándola de una manera más cruda, frente a un movimiento
literario como lo es el realismo, siendo esto parte importante del relato, pues
las consecuencias que llevaron a Madame Bovary fue exclusivamente, hundirse en
un mundo de idealismo, que nada bueno traería a su vida, pero por ser ella una
persona liberal, solo tenía la ambición de tener más y más, especialmente la
vida que mostraban los libros.